El partido de la ilusión se jugó el sábado en Denia. Ilusión de nuestros chicos, por demostrar los progresos alcanzados en los entrenamientos, de los entrenadores por volver a dirigir un partido tras quince días de descanso, de los padres por ver a sus chicos darlo todo y, en definitiva, de todo el equipo por disputar un encuentro contra el único rival que había ganado todo junto con nosotros.
El conjunto de Denia-La Safor es un equipo con marcadas individualidades y para ello les planteamos un partido duro delante y con mucho juego a la mano detrás. Hemos viajado al Polideportivo de Denia Diego, Falcó, Nacho, Emilio, Ángel, Edgar, Robert, Dani, Taylo, Camilo, Pablo, Josevi, David, Rudi, Pablo, Alberto y Roberto. Un partido en el que hemos querido dar más peso delante dando consistencia a la delantera cambiando a Falcó de 8, y mayor agilidad con Ángel de 9 y Alberto de 10.
Puede que de tantas ganas que tenían los nuestros de salir a ganar que se olvidaron de lo más importante, jugar como habíamos entrenado. Los nuestros salieron agarrotados y sin la frescura que los caracteriza y, en un abrir y cerrar de ojos, el Denia se plantaba en quince minutos con un 17-0 obra de tres ensayos. Los nuestros, lejos de venirse abajo, se dieron cuenta que no se habían hecho 200 kilómetros para irse sin demostrar nada y tiraron de casta. Comandados por Ángel y Falcó, empezaron a pelear los balones como si fueran los últimos y nuestros tres cuartos se mostraron mucho más eléctricos. Prueba de ello es la incursión de nuestros centros que solo unos fallos de mano nos hacían quedarnos sin premio… hasta que tras provocar un golpe a 5 metros, Ángel gana la ventaja y tras abrir, se logra una transición que el Denia detiene por tercera vez en fuera de juego, concediendo el árbitro ensayo de castigo, transformado por Falcó. Nos íbamos al descanso 17-7.
La segunda parte, ambos equipos salieron muy enchufados. Nuestros tíos grandes supieron contener el ímpetu de sus grandes jugadores y la línea ató en corto a su rival con presión agobiante. De nuevo un rápido movimiento de nuestros medios acompañados con fiereza de nuestros delanteros en punta creó una superioridad que Pablo López se encargó de materializar en un nuevo ensayo (sin transformar). El partido se jugó en un margen de cinco puntos y el ansía, ese gran problema que intentamos canalizar, parecía hacer acto de presencia en muchas de nuestras fases, pues olvidábamos jugar al cuerpo como siempre acostumbramos y concedimos más melées que de costumbre, así como repetidos golpes de castigo por no recolocarse tras el maul rival. El juego lo ponían nuestros cachorros, pero también los errores. Eso no impidió que, de nuevo una rápida transición con más gente entrando al eje propiciara nuestro ensayo para empatar el partido (17-17). Tanta era la tensión que se respiraba en el campo que el árbitro detuvo el tiempo para explicar a los padres de ambos equipos que debían estar fuera del terreno de juego.
Con el marcador empatado, la posesión seguía siendo del San Roque pero las rupturas en la línea las protagonizaban el Denia, especialmente con una escapada de su apertura que casi logra anotar. Un contraataque rápido generó un golpe de castigo que Jesús se encargó de transformar (17-20). Volcado el Denia en ataque, sabiendo que no podía dejar escapar un partido que parecía sentenciado de inicio, contragolpeó de nuevo nuestra línea, con un contundente ataque de los nuestros que en dos fases crean superioridad en 22 izquierda rival para que Dani anotara nuestro cuarto ensayo, que conllevaba nuestro segundo bonus ofensivo de la temporada.
Jugándose el todo por el todo, Denia nos situaba en nuestra propia 22 con una patada a touch perfecta que acabó en un nuevo golpe de castigo en contra que el equipo alicantino supo llevar hasta nuestra zona de ensayo. Antes del pitido final, la transformación, que no tuvo lugar por retraso de tiempo del pateador, habría quedado en anécdota (22bb-25b). No así esta fría mañana de sábado, que nos sitúa en la clasificación de la liga de promoción como líderes en solitario con un espectacular partido de rugby jugado por ambos equipos. Un partido de los que hacen piña entre todos, ya que la valentía de los nuevos se complementa perfectamente con la experiencia de los veteranos, dentro y fuera del campo.
Enhorabuena a todos! Y por supuesto, a seguir trabajando para mantener las buenas costumbres. CAVE CANEM!