Artículo de Bruno López, tomado de http://blogs.antena3.com/

Los pastores alemanes del rugby: no son los más rápidos, ni los más fuertes, ni los más inteligentes… Pero han de tener todas estas características. Una de las posiciones claves del rugby moderno, evaluamos al Flanker. Pónganse el casco y el bucal, y no se distraigan en la abierta, o el óvalo estará en el otro lado. Comenzamos.

Nada más leer la palabra Flanker, en la cabeza de alguno de nuestros lectores seguro que han empezado a brotar nombres legendarios como los de Ian KirkpatrickRichard Hill o Francois Piennar. Todos ellos, han contribuido con sus diferentes características a engrandecer una de las posiciones más importantes, y con más impacto directo en el terreno de juego. Se trata del Flanker, o si queremos hacer la distinción, el 6 y el 7 (openside Flanker y blindside Flanker, para los ingleses). ¿Qué tiene de especial pues, esta posición?

Los que hayan jugado al rugby en esta posición, en cualquiera de sus niveles, sabrán a lo que me refiero con la expresión “carga de trabajo”. El Flanker es, sin ninguna duda, el jugador con más trabajo y quehaceres en el campo: Cargar, placar, percutir, romper la línea, apuntalar el saque de lateral, segundas cortinas, provocar turnovers… La lista es interminable. De un buen Flanker se espera que corra como los tres cuartos, y que plaque como buen delantero; Que tenga manejo de balón y que sepa bucear en los rucks. Es, el “chico para todo”. ¿Y por qué hacemos distinción entre 6 y 7? ¿No son, en teoría, lo mismo?

No, en principio no. El ex-All Black Zinzan Brooke nos lo aclara. “El número seis (blindside flanker) es principalmente un jugador defensivo, que se emplea a fondo en los rucks, y se ocupa de marcar las salidas de 8 y 9. Ha de ser alguien al que le guste el enfrentamiento físico y el cara a cara, y tiene que ser el más sólido de toda la tercera línea”. Por su parte, para Brooke, el número 7 (openside flanker) “es el auténtico bulldozer. Las líneas defensivas son tan ajustadas en el rugby moderno, que se necesita un jugador que dé continuidad a todas las fases del juego. Siempre rodeando a los centros, en su hombro, dispuesto a recoger el pase. Los 7 modernos, también han desarrollado la habilidad de placar al balón, de convertir cada placaje en una oportunidad de robo. No se trata siempre de poner el placaje de libro, sino, en ocasiones, ceder unos metros y envolver al contrario, provocar el retenido”.

En un par de frases Brooke ha descrito las numerosas tareas del Flanker moderno: Perforar las líneas defensivas del contrario y apuntalar las propias, provocar golpes de castigo a nuestro favor e intentar robar los balones en la abierta, proporcionar apoyo y poderío a los tres cuartos y dar continuidad al juego ofensivo mientras que a su vez se intentará interrumpir o decelerar la continuidad del rival. Y para explicar visualmente todas estas características nada mejor que fijarnos en los mejores Flankers de la actualidad.

Os mostramos un vídeo muy revelador, una recopilación de David Pocock, el fenómeno australiano que nos ha maravillado a todos con esa capacidad innata para robar balones en la abierta, y provocar retenidos. Atentos a la rapidez con la que se levanta tras el placaje para, con los pies en el suelo, evitar la salida de balón, con una posición corporal perfecta y robusta. Todo un maestro en las profundidades del ruck: